Desde siempre pienso en vos...
Jamás me he retractado de tanto amarte y jamás dejare de sentirlo, por más que mueran los días, los meses, los años. ¡Ah! mi Dios...
Cada nuevo amanecer floreces en mi corazón como una rosa en primavera a la que riego con mi templanza y mi devoción de ser una herramienta para otros con el mismo amor que nos enseñaste!
Este día, te ruego que renueves las bendiciones que desde siempre has unjido sobre mí y las renueves también sobre mi patria, para que la violencia y la discordia entre los hombres disminuya, y que tu amor riegue sus corazones transformándolos en rosas cultivadas con sabiduria!
Que su tallo sea color esperanza y sus petalos la blancura de tu pureza divina...
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